Vendaval




(Por: Idalia Portillo)

“Puedes haber vivido diez años con una persona y no haberla amado nunca o puedes, de repente, conocer a alguien y amarla por completo en un día”, me has dicho esto y luego te has marchado.

Esta noche, como otras noches, he vuelto a casa recordándote.

Mientras reposo en el sofá, la desapacible tristeza me susurra que estás mejor sin mí, me niego a creerle, yo no lo estoy, la agonía de tu ausencia comienza a presionar mi pecho y a racionar mi aire.

Es un camino largo y oscuro el que sigo, lleno de sombras y hoyos, he caído en uno. Mientras caigo apresuradamente y sin fin, la presión baja a mi estómago y grito fuertes y agonizantes alaridos inaudibles. Nadie me escucha, puedo sentir las lágrimas en mis mejillas. Llego al fondo, me quiebro, cierro mis ojos.

Me levanto del sofá para servirme una copa de vino, continúo.

Comentarios